El Huevo de la Serpiente

El huevo de la Serpiente es una analogía tan poética que no es necesario conocer con profundidad o su origen etimológico para saber que se trata de la incubación maliciosa de un mal serpenteante capaz de morder con profuso veneno.

La política de Seguridad Nacional esgrimida por el principal ganador de la segunda guerra mundial y redactada en los albores de la primera nada tiene de Seguridad y menos aún tiene de Nacional. Como buenos hijos de Inglaterra, los Estados Unidos sellaron su supremacía sobre la humanidad a sangre y fuego en los 5 continentes.
Repartido a lo largo de la historia desde finales del Siglo XIII y principios del Siglo XIX, los Estados Unidos urgieron y ejecutaron una diversa batería de planes para ejercer su dominación sobre los gobiernos, sus poblaciones, y sus territorios.

En el cambio de siglo los grandes capitales financieros presionaron y extorsionaron violentamente hasta conseguir la firma y fundación de la Reserva Federal, entidad encargada de imprimir los dolares. Un gran banco Central… pero privado. El costo de esta operación que duro casi 30 años fueron, entre otras, dos de las mas grandes crisis financieras del país del Norte.Una a comienzos de 1900 y la otra en 1929, conocida como la Gran Depresión. ¿El resultado? Todo el control corporativo-industrial y bancario concentrado en pocas manos, y un pueblo norteamericano sumido en la pobreza, la miseria, la explotación laboral mas descarnada y una increíble tasa de suicidios.

Durante la II Guerra Mundial una lógica canalla como comerciar con ambos bandos mientras de destruían entre si y se endeudaban con la banca de Wall Street lo puso cómodamente en superioridad estratégica, y bajo su tutela fueron creados la ONU, El Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional. Un ente mas decorativo que autónomo el primero y dos herramientas con sede en Washington los últimos. Comenzaban los años 50. Durante 10 años los banqueros con oficina en EE.UU se dedicaron a financiar la reconstrucción de Europa, sus colonias en Asia y África, y la creación del Estado de Israel, su primer y gran huevo de serpiente. Países deudores, países dependientes, formula que se repetiría a lo largo de la historia. Mientras tanto, crecía en gigantismo el mayor monstruo del mundo moderno, la Gran Industria Armamentista.

El temible fantasma rojo que amenazaba desde Moscú, las crecientes hostilidades resultantes de la creación de un Estado disruptivo, racista y colonialista en el corazón del mundo Árabe, y los conflictos étnicos producto de haber dibujado el nuevo mapa africano en una oficina en Berlín daban fundamento, cobertura y ganancias al reparto de armas a lo largo y ancho del globo.

América Latina fue considerado, desde 1823 con la Doctrina Monroe, zona vital de influencia de los Estados Unidos. Poco importaba que se trate de mas de 9400 kilómetros densamente poblados, por personas que hablan múltiples idiomas, profesan múltiples religiones, y nunca jamas en sus malditas vidas fueron consultadas sobre si querían estar “bajo la influencia de los EE.UU”. La cuestión es que en América Latina hay una serie de cosas bien interesantes a los banqueros dueños del gobierno Norteamericano, como ser oro, minerales, tierra fértil, gas, petroleo, agua dulce, litio, canales inter-oceánicos y un largo etcétera.

Por eso, ante la amenaza latente de que el comunismo o sus derivados sudakas, con sus apátridas y orrendas ideas de propiedad colectiva, trabajo digno, soberanía, Patria Grande y otras aberraciones hiciera mella en el pueblo, los años 60 sirvieron para que todo el sobrante de la produccion de armamentos fuera repartido entre dignos militares que regaran con sangre las praderas del continente subyugando a los pueblos no angloparlantes.

El Plan Cóndor le agregó ese toque que dan las formulas matemáticas a los genocidios imperiales y desde la cocina de la Universidad de Chicago se horneo lo que algún tiempo después conocimos como Neoliberalismo.

Al saqueo cuasi feudal de nuestros recursos naturales se sumo un política destinada a tutelar con pingues ganancias privadas todo lo que fuera referente al Estado, lo “público”. Diversos personajillos se colocaron en los Gobiernos de la región al servicio de crear Estados cuadriplegicos que se ocuparían de condicionar el futuro de los pueblos condenando a sus habitantes a una educación y una cultura pobre y sumisa, castigaría brutalmente a los disidentes a modo de escarmiento para el resto y engendraría una corruptocracia de difícil extirpación. Treinta años mas pasarían hasta que una brisa primaveral devolviera la esperanza a una Patria Grande atiborrada de cicatrices y heridas abiertas. Durante el nacimiento del Siglo XXI la rueda de la historia permitió el crecimiento de hierba buena entre la dura aridez del asfalto y la ponzoña venenosa de la maleza. Enormes avances en revisionismo histórico, recuperación de derechos arrebatados y conquista de nuevos derechos harto negados dejo una generación heredera de que un grito de dignidad que retumbo en las puertas de la Maquina.

Sin embargo, durante esa primavera de brotes verdes la maleza siguió creciendo sin obstáculos de importancia. La corporatocracia continuo afianzando sus negocios, sus operaciones extorsivas, y perfeccionando su escuela de dominación. La existencia de un universo de Servicios de Inteligencia autogestionados y desprendidos de cualquier interés nacional o con su pueblo, junto con un poder judicial educado y financiado en el corazón del imperio, junto con una prensa canalla aglutinada en los mayores monopolios que haya conocido la humanidad prepararon el manotaso. La primavera dio paso a un crudo invierno donde los recursos, las personas y el futuro es cazado como un ciervo en la temporada alta de Kansas.

A la concentración financiera, el saqueo de los recursos, la desintegración de los Estados, y la creación de una clase dirigente servil, le sigue un proceso complejo de caída de caretas y retome de riendas violento que mata, viola y roba sin piedad ni miramientos.
Duelen y arden en llamas, Bolivia, Ecuador, Haití y México. Chile nos mantiene en vilo. Colombia es un cementerio a cielo abierto donde la gente empieza a rebelarse. Brasil es una bomba de tiempo gobernada por un psicótico de vuelo corto y armas largas. Uruguay nos hace mordernos las uñas.Venezuela tambalea pero se defiende a muletasos. Cuba resiste pero envejece. Argentina es una incógnita que encierra un secreto que esconde un misterio, aunque invita a soñar.

Será imprescindible no olvidar, no confundir, y decidirse a erradicar la maleza que en nuestra ultima primavera dejamos, por acción u omisión, crecer hasta taparnos el sol.

El nuevo Imperio Romano esta en una fase declinante que abre una puerta pandoreril. Lo que hallemos del otro lado del umbral dependerá de como decidamos cruzarla. La caída del ultimo imperio romano devino en 1,500 años de oscuridad, es un dato para tener en cuenta. La caída de los imperios arrastran consigo a las periferias, en el mundo globalizado, la periferia somos 7 mil millones de habitantes. Pongamos tripa y corazón para que de una vez por todas, la tortilla se vuelva, por mas huevos de serpiente que haya que romper, este asunto esta ahora y para siempre en nuestras manos, muchaches.

Colectivo Editorial ZondeTrope

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