«Mas vale ponerse a salvo. Muchos calzan gorros friggios solamente por ser calvos. Cuando el humano se hunde siempre busca un responsable, la culpa ajena es barata, regalarla no nos cuesta»
La semana mediática estuvo marcada fuerte y de cerca por dos noticias policiales que involucran jubilados y asaltantes muertos. Si bien no es intención de esta editorial ahondar en los hechos en sí, merece mencionarse que se desdibuja en informativos y portales la frontera entre quien disparo adentro de su casa y quien lo hizo frente a alguien en retirada, herido, y en el piso. Si pretendemos, desde nuestra humilde tribuna de doctrina, alertar sobre tres elementos que creemos de debate necesario: el frágil equilibrio y paz social que aun persiste en la argentina, la política comunicacional de shock que pretende dar el caldo de cultivo para la legitimación de un practica represiva sobre los sectores populares, y una valcanización de la política que pretenda desviar una discusión apenas tibia sobre quienes tienen la sartén por el mango en la Argentina.
Vamos por partes
A mediados del 2019 una linea de pensamiento rondaba ciertos espacios de militancia en ciernes de la pelea electoral. Sobre la Argentina vuela el cisne negro de una cuarta generación de pobreza estructural, una cuarta generación que no ha visto sus padres, abuelos y bis abuelos trabajar o vivir dignamente. El deterioro social comenzado en la década del 60, las villas miseria, el cierre de fabricas y el desmantelamiento de infraestructura productiva Estatal apenas si logro en algunos aspectos, insuficientes, contener la crisis en un proceso de resistencia y re distribución de la riqueza, pero no ah podido, no sabido, o no ah querido, modificar las condiciones de base que hacen a su deterioro.
La llegada del Macrismo a un país castigado por crisis sistemática del capitalismo especulativo financiero global pero con un piso de conquistas por desarrollar nos dejó, a su salida, un cataclismo con indicadores socio económicos del 2002, uno de los peores momentos de los que la sociedad argentina tenga memoria. Pobreza e indigencia en niveles críticos, vaciamiento de políticas públicas de asistencia contención y desarrollo, y un grillete en forma de deuda y compromisos espurios con los buitres de la city.
En ese escenario, la pandemia es el chispaso apocalíptico. Los indicadores se derrumban a una velocidad sin precedentes. La gente, ya cagada de hambre durante el macrismo, hoy esta cagada de hambre, imposibilitada de salir a buscar el mango a ningún lado, con una campaña de miedo al otro por un lado y una campaña de desprestigio a la política por el otro. Y no es solo un problema de efectivo en los bolsillos. Hay un problema mucho mayor. Escuelas, Clubes, Sociedades de fomento, Centros Culturales, todo esta cerrado. Estos espacios son indispensables catalizadores de la sociedad que contiene y empuja por el sostenimiento del tejido social. Las consecuencias culturales de esta coyuntura son junto a las sanitarias dos asuntos extrema preocupación. La paz social no va a gestionarse solo desde el Ministerio de Economía, y requerirá, imprescindiblemente, de una modificación profunda de las reglas de juego y las relaciones de poder en la Argentina, acción de imposible realización sin una confrontación directa con los privilegios acechados y con una victoria muy improbable entre medias tintas sutilezas y pedidos de colaboración. Eso, claro, si en verdad esta dispuesta la clase dirigente a ocupar un rol histórico positivo. La crisis social y económica es inevitable, como el futuro, llego hace rato.
Mano dura y la política del garrote
No es estrictamente necesario haber terminado la secundaria para saber que en tiempo de crisis social y económica los indices de seguridad y asaltos violentos saltan por los techos. Quienes peinan algunas canas o son afectos a la historia recuerdan las políticas de «un delincuente una bala» esgrimidas por Carlos Ruckauf con la cual ganó las elecciones en la Provincia de Buenos Aires en 1999, o la aprobación sistemática, literalmente en una semana, de las famosas «Leyes Blumberg» en 2004 de claro tinte manodurista. El renombre mas reciente de la saga sería la «Doctrina Chocobar», apodo artístico del tristemente próspero y longevo Gatillo Fácil.
Las pruebas evidentes que da el paso del tiempo demuestran que sus efectos han sido, aparte de aberraciones jurídico políticas de evidente carencia democrática, desastrosas en el sentido práctico que declamaban solucionar.
Dentro del concepto de que atender el conflicto social con cárceles y balazasos es equivalente a reparar un bote pinchado con un chicle, los casos mencionados han colaborado a atestar cárceles y dependencias policiales de jóvenes pobres en prisión preventiva que quizás nunca verán la cara de su abogado, aumentado diametralmente el circulo de reproducción de violencia sistemática del que el sistema carcelario es tutor y partero.
Las cárceles, planteadas como tales, no sirven para rehabilitar a nadie. El 99 por cientos los pibes que entran en ellas por delitos menores como daño a la propiedad privada, hurto, y posesión o menudeo de estupefacientes, sale de su reclusión judicial mas violentado, mas violento, y mas marginado que antes, con pocas cuando no nulas posibilidades de socializacion «urbana y democrática».
Aparte de llenar de pólvora las bombas de tiempo que representan las cárceles super pobladas argentinas, los Ruckauf, los Bulmberg y las Bullrich que llevaron adelante estas políticas y sus coterraneos/as que las aplaudieron y avalaron del otro lado del televisor resultaron una inyección de anabólicos para las suficientemente corruptas fuerzas policiales, dándoles un paso libre para el ejercicio de la violencia en el hacer de sus negocios turbios y espurios. Para muestra, sobran botones. Son decenas de miles las personas encarceladas preventivamente por delitos menores y sin un proceso judicial minimamente decente. En cambio, los delitos complejos rara vez son debidamente investigados, mas rara vez resueltos, y muy eventualmente llegan a una condena efectiva de sus autores, que, salvo contadas excepciones, resultan ser integrantes de alguna fuerza de seguridad.
Alfombras Voladoras.
Ciertamente, la Argentina no pareciera tener un espécimen que concentre las aspiraciones y representatividad ideológica de la derecha. Tienen un portafolio de personalidades mas asociado a una bolsa de gatos, que surfean por canales de televisión y encuestas de opinión según el clima de la semana, la quincena o el semestre. De Gomez Centurion a Milei, pasando por Lady Malbec, Amalia Granata y el mismisimo Mauricio Macri. Pero su funcionalidad pareciera adecuarse si, a un proceso de valcanizacion de la política donde la arena de las ideas se transforme (aún mas) en un inmenso chiquero de discusiones banales y faranduleras o de pura rentabilidad empresarial, como si el destino manifiesto de la humanidad fuese acatar sin chistar lo que dice un libro sobre serpientes que hablan y vírgenes embarazadas o quedase reducido a cobrar los menos impuestos posibles.
La especie vive horas complicadas con demasiadas incógnitas y apenas un puñado de certezas. Una de ellas, es que el desprecio por la política, trampa ponzoñosa, ah encumbrado en el poder personajes funestos como Donald Trump, Jair Bolsonaro, Silvio Berlusconi y otros. Y que el margen de acción abierto en nuestro país con la elección de una fuerza política que alberga Tirios y Troyanos no puede ser dejada pasar sin tomar iniciativas al respecto. Como ya se sabe, lugar que no ocupa uno, lo ocupa el enemigo.
Es imperioso afinar la vista para separar la paja del trigo, desenmascarar farsantes y encantadores de serpientes, muchos de los cuales calzan gorros frigios solo por ser calvos.
Es necesario trabajar con y sobre la jubilada que cobrando la mínima defiende desde su televisor comprado en cuotas lo intereses de Vicentin y compañia. Para que comprenda que el ciclo de la violencia comienza allí y no en las barriadas carentes de cloacas. Que el pibe de 24 años duro como maizena al sol que va a entrar a robarle entre golpes y vejaciones es producto de cuarta generación de las criminales políticas económicas de los dueños de la riqueza y los resortes de poder del país.
Vicentin por ejemplo.
El paisaje por venir, con un amplio ascenso de expresiones políticas de extrema derecha a lo largo y ancho del globo, con un conflicto geopolitico de envergadura en la dispuesta EE.UU – China, una crisis imperial de hegemonía en ciernes, y la peor recesión económica de la que se tenga registro en la modernidad, con un nivel de pobreza y desigualdad mundial semejante a los tiempos previos a la primer guerra mundial, y una predominancia peligrosa de la tecnología de la vigilancia, es un escenario áspero donde será menester poner lo mejor de cada une, evitar confundir al enemigo, y estar a la altura de las circunstancias.
El futuro esta ahora y para siempre en nuestras manos, nen@.
Colectivo Editorial ZondeTrope