El Fin de la Inocencia. 2 de Abril

Mucho y fidedigno se ah dicho y escrito sobre una de las heridas mas hondas de nuestra historia moderna como ataque directo a nuestra soberanía y territorialidad.

Malvinas representa, quizás, el factor mas transversal y unificador de nuestra sociedad tan polarizada y heterogénea. Es, por esas cosas del sentimiento de pertenencia, de tribu, de pueblo, un punto en común donde llegan incluso a tocarse los extremos de una soga que nunca se juntarían en otro aspecto. Es como la madre por la cual los hermanos que no se hablan se encuentran y reconocen parte de esa misma sangre y familia. 

No es intención de estas líneas hacer un recuento de infortunios, ni mucho menos una cátedra de historia, pero si mencionar, brevemente, algunas cuestiones que entendemos insoslayables.

  • El reclamo de soberanía sobre las islas Malvinas, Georgia del Sur, Sándwich del Sur y los espacios marítimos circundantes son un reclamo justo, legítimo, y necesariamente irrenunciable del pueblo y el Estado Argentino, no solo por una cuestión de sentido común y concordancia territorial, sino por representar estratégicamente un factor crucial en lo que refiere a la seguridad nacional Argentina.

  • La legitimidad y justicia del reclamo argentino sobre dicho territorio se remonta al año 1833 cuando el Reino Unido, fiel a sus prácticas de piratería, prepotencia y saqueo imperialista que lo caracterizaron durante los siglos XVII, XVIII y XIX, invadió las Islas Malvinas y expulsó a las autoridades argentinas.

  •  El Gobernador de Tierra del Fuego, Islas Malvinas y Atlántico Sur Gustavo Melella, hace pocas semanas y frente a la militarización ascendente y permanente de las Malvinas por parte de Reino Unido, envió una misiva en persona al Sec. General de Naciones Unidas, Antonio Gutierrez, exhortándolo a tomar cartas en el asunto, y remarcando las palabras de Alberto Fernández en su discurso se apertura de sesiones ordinarias de este año: “No hay mas lugar para colonialismos en el Siglo XXI”.
  • Sobre los hechos concernientes a la guerra, no diremos mucho más que lo siguiente:
    Jóvenes que en su casi totalidad no tenían experiencia militar, demostraron un coraje, arrojo y vocación que jamás siquiera asomaron en los Galtieri, los Astiz, los Tigre Acosta, quienes confirmaron que su valentía consistía en torturar mujeres embarazadas y masacrar civiles.
  • Las guerras por intereses nobles son contadas con los dedos de la mano, pero existen. Cuidado debemos tener los pueblos, de nunca pelear una guerra que no persiga los nobles intereses de una vida mejor, mas justa, mas digna, para cada criatura merecedora de un lugarcito bajo el sol.
  • A los soldados caídos, a las enfermeras aguerridas, al pueblo movilizado solidariamente, a quienes combatieron desde el llano o desde la pluma esa dictadura monstruosa que empezaba a desgranarse ese 2 de Abril de 1982, gloria y honor.
  • Pero por sobre todo, Memoria Verdad y Justicia.

Colectivo Editorial ZondeTrope