Entre el Arsénico y el Azufre

No hay persona interesada en el presente y el futuro que no sea, aún sin tener muy claro como ni por que, consciente de que la elección presidencial en Estados Unidos tiene consecuencias bien importantes en el globo entero y todes quienes estamos adentro.

Cierto es que cualquiera con honestidad intelectual podría argumentar que la diferencia entre Republicanos y Demócratas es una linea tan difusa que pareciera no existir, o «un chamuyo para la gilada» como decimos en el barrio.
Ya Perón dijo hace 1/2 siglo: «Los norteamericanos, dignos hijos de la Gran Bretaña, han ido mucho más allá: han organizado dos partidos de derecha que les permite mantener su sistema plutocrático y sostener teóricamente una simulación democrática para engañar a los tontos que tanto abundan en la política o estimular a los sinvergüenzas, que también abundan».

Pero como las elecciones en marcha tienen algunos condimentos interesantes, vamos a salir del facilismo de aseverar que gane quien gane en Washington todos en el tercer mundo perdemos igual, tan cierto como carente de ese no se qué que tiene desmenuzar la cuestión y jugar al abogado del diablo.

Donald Trump, una suerte de Mauricio Macri anglosajón, con una predilección pegajosa con el fascismo embestido de fuerzas represivas e incluso de pandillas de blanquitos nazis de Lousiana, misógino como pocos políticos se han atrevido a ser en público, dueño de una xenofobia que atenta contra la mas esencial empatía por la humanidad, fanfarrón y prepotente como grandote abusador de escuela de secundaria – o preparatoria como les gusta decir a ellos-, bruto como chupete de madera y absolutamente insensible al dolor ajeno, es, aunque sorprenda, el presidente norteamericano que mas redujo el desempleo en los últimos 60 años llegando pre-pandemia a tener pleno empleo, y el primero en 40 años en no declararle la guerra militar a otro país -Dejando de lado el financiamiento a desestabilizaciones en todo el globo que desde el 1900 sostiene ininterrumpidamente-.
¿Cómo lo hizo?
En oposición a Macri, el peluquín color zanahoria llevo adelante una política totalmente proteccionista desvinculándose de una globalización que cerraba fabricas y talleres en su país de origen. Esta es una parte, que bien le valió el mote -poco estudiado- de un antisistema que enfrentó a las elites globalizadoras.
La verdad es que principalmente se apoyo en un mercado poco simpático cuando se piensa en la supervivencia de la humanidad y su calidad de vida a largo plazo: El mercado del acero y el aluminio, pero también en el cemento, el petróleo en todas sus formas, el gas y el carbón. Tanto así que aparte de retirarse de la Acuerdo de Paris sobre gases de efecto invernadero y cambio climático llego a derogar un decreto de Obama que prohibía arrojar residuos tóxicos a afluentes de agua como ríos y océanos. Un tipo divino.
Cuando Bernie Sanders dice que este espécimen es un peligro para la humanidad estando al frente de la primer potencia mundial, no pareciera equivocarse ni un poco. El tipo es tan pero tan peligroso, desagradable e inestable que casi cualquier opción contrapuesta pareciera ser una salvación inobjetable. Pero. ¿Es así?

Ahi aparece el buen Joe.
Joe Biden, ex vice presidente, tan pero tan pausado para hablar que es un somnífero, y con mas pinta de león herbívoro que de Comandante en Jefe, ese estereotipo que gusta a los bravucones del norte, se perfila como la salvación demócrata e institucionalista que va a salvar a EE.UU del apocalipsis.
Pero resulta que en sus antecedentes el tío Joe asistió gustoso a la matanza de miles de personas en medio oriente a través de la metodología de los «miércoles negros» inaugurada por Obama, cuando semana a semana desde el salón oval aprobaban listas con nombres de personas «sospechosas» que serian asesinadas mediante drones del otro lado del planeta.
Así mismo, fue cabeza de playa del ataque de la OTAN contra Libia, que independientemente de la discusión sobre su dictador Gadaffi, la verdad es que hoy ese país que supo ser el mas avanzado del África en todos sus aspectos, hoy volvió a la edad de piedra donde en su tierra se venden esclavos como hace 2 siglos atrás.
Pero lo mas interesante es lo siguiente: el soporte político, financiero, y sobre todo de campaña mediática de este buen Joe son en esencia dos sectores clave: El Sistema Financiero tecnológico y las corporaciones tecnológicas con Silicon Valey a la cabeza. Google, Facebook, Windowd, Netflyx Twitter, Instagram, Apple y siguen las firmas.
Estrella invitada de honor con anuncio anticipado al próximo Foro de Davos 2021 cuyo título es «El Gran Reseteo», Joe Biden adhiere con entusiasmo a la teoría del alemán Klaus SCHWAB sobre la 4ta Revolución Industrial y el salto hacia la inteligencia artificial y la hiper-conectividad de las cosas. El famoso ejemplo de la pava conectada al wifi.


Dudo ser el único al que le preocupa que las mega corporaciones de la información y, por ende, de la vigilancia, se hagan del poder absoluto en el Estado-Nación mas poderoso del planeta. El mundo se sacude al ritmo de la tensión social que genera un nivel de desigualdad sin precedentes y como el viejo refrán dice, no hay nada mas fascista que un burgués asustado, y lo cierto es que, con el correr de los años, las sociedades urbanas han aceptado casi sin cuestionamientos la cercenacion de su libertad a la intimidad de la información personal en pos de una sensación de pertenencia que cubre los ahogos existenciales de un nivel de consumo siempre inalcanzable y las duras jornadas laborales que no dejan tiempo para una vida social relativamente normal.

Todo indicaría que estamos ante una guerra subterránea de proporciones bíblicas entre dos bloques de corporaciones por imponerse como hegemónicas. Una en declive, que ha dominado el mundo los últimos 100 años, y otra en asenso, pretende dominarlo vaya uno a saber por cuanto.
Poco pueden hacer criolles sudakas del fin del mundo frente a ese escenario, aunque teniendo en cuenta el potencial de la región para alimentarse, calefaccionarse y otros etcéteras, podríamos decir que peor les va a tocar a otras regiones del mundo dependientes de amo en declive o del amo en asenso, llámense como se llamen y quédese quien se quede.
Pero algo es seguro, en esta guerra, como en todas las guerras, la primera en ser asesinada es la verdad, y la verdad, es que en el tiempo que nos toca se cuecen habas verdaderamente grandes tras unas bambalinas que se esfuerzan en disimular el humo que sale por todos lados.


Y como dice el cartel de entrada en las oficinas centrales de la CIA, solo la verdad nos hará libres.

Colectivo Editorial ZondeTrope