Tirios y Troyanos

Es con todos, es con todas. Es con todas las vecinas que se juntan a chamuyar en el almacén o la puerta del colegio. Es con todas las docentes que se cargan al guarpolvo la tarea cotidiana de crear sujetos de derecho. Es con todos los albañiles que arrancan el día a las 5 de la mañana para poner ladrillo sobre ladrillo de los edificios que serán escuela, fabrica, comercio u hospital. Es con cada médica y con cada enfermero en quien depositamos nuestra vida y el bienestar de la gente querida. Es con cada organización barrial que pone el corazón y mucho más para tapar los huecos craterianos que deja este sistema que escupe gente y devora recursos naturales. Es con cada Centro Cultural, con cada sociedad de fomento, con cada Club de barrio donde se hace mucho mas que patear una pelota. Es con cada fibra que compone el multicultural tejido social que alcahuetes, cipayos y vende patrias intenta destruir minuto a minuto. Es con cada referente territorial que se haya dado a la tarea de organizarse con sus vecinos y vecinas con mas o menos nobleza y eficacia. Es con toda la comunidad científica que acumula los saberes suficientes como para liberar a la humanidad del yugo de la jornada laboral injusta. Es con los técnicos y técnicas, ingenieros e ingenieras que saben construir puentes donde pasen ambulancias, sistemas de alcantarillado, silos que conserven alimentos y computadoras donde se diseñe todo lo mencionado. Es con les comunicadores que se dan a la tarea de preguntar, de informar. Es con les artistas que nos garantizan que la vida vale de ser vivida. Es con las mentes tozudas de la filosofía y las ciencias sociales que queman pestañas pensando los por qué, los como, los cuando. Es con las personas que hayan decidido ponerse al frente de la tarea política, viviendo para ello, y no de ella. Si de alguien nos olvidamos, es con el y con ella también. Con todos y con todas.

En el camino, que lejos de tener cerca una meta de llegada apenas si se acerca a la linea de partida, tendremos la obligación de separar la paja del trigo y ser lo mas justos que nuestra humanidad nos permita. Desembozarnos de las miserias y de los miserables. Deshacernos de la corrupción y les corruptes. Y no repetir al historia.

Hoy nos encontramos en compleja coyuntura. El concierto de las naciones cruje por todos sus poros aunque los vendedores de alfombras voladoras y sus edificios de mármol pretendan simular los crujidos con cantos de sirena. La locura depredatoria del sistema capitalista tensa una soga cuya elasticidad empieza a flaquear. Roma no paga traidores y la corporatocracia dominante utilizara todos los medios a su alcance para mantener dirigencias obsecuentes que garanticen la explotación humana y natural que le sirve de combustible. No hay horizonte de paz sin justicia. No hay horizonte de justicia en este esquema global capitalista que, frente al ocaso producto de su propia naturaleza insustentable, intentará exprimirnos la vitalidad que nos queda.
En ese escenario, donde el Imperio exigirá mas y mas esfuerzos a su periferia súbdita, es imprescindible-mente imperioso volver a tomar los resortes de poder y decisión. Para ellos es necesario hacerse del Estado y del Gobierno, que aunque puedan pretender que lo parezcan, no son lo mismo ni vienen juntos en paquete cerrado.
Compleja pero inevitable verdad, para ello es menester el frente electoral que pueda terciar en el recuento del voto popular. La democracia burguesa del SigloXXI, infestada de condicionalidades que sólo benefician a la clase dominante que la maneja y que genera las imposibilidades de su práctica real, a pesar de sus falencias estructurales es, hasta el momento, el menos peor de los sistemas que hemos sabido construir y ejecutar. Por ende, se nos presenta la obligación de poder partir de las bases materiales concretas de una realidad que nos desagrada pero que nunca podremos destruir si pretendemos desconocerla. Nuestro pequeño trosko interior debe comprender que lo que se juega es demasiado, y no puede dejarse voluntariamente ningún margen a perder.

En el medio, apretando los dientes y con el ceño fruncido, habremos de tener que tragarnos el sapo que el sistema siempre tiene listo para nuestra manja. Habremos de soportar entre las filas a traidores, entreguistas, cipayos y criminales. Apellidos que denotan tragedias del pueblo trabajador y garantes de estatus quo.
La colectora sera el costo a pagar por la tragedia a la que nos entregamos -mediante la elección democrática de los sectores mas rancios de la oligarquía local y la mafia financiera global- sirviendo de punta de lanza de la restauración mas conservadora que latinoamericana haya tenido desde su retorno democrático y que le mundo haya tenido desde finales de la segunda guerra mundial.
Como dijimos, una vez despejadas las fuerzas que impone el Lawfare como forma de gobierno, deberá desatarse la lucha intestina entre propios y ajenos. La radicalización será el único camino viable de quienes pretendan proyectar un futuro emancipador de las tiránicas cadenas que nos impone el capitalismo, su patriarcado, sus medios de colonización mental y sus estructuras de formateo obedencial. La convivencia de Tirios y Troyanos acarreara siempre una lucha de clases intrínseca, no hay vuelta. No se trata de la supremacía de unes por sobre otres, por ponerlo inclusivo, se trata de las justas condiciones de desarrollo y reproducción de la vida para todos y todas. Mientras unos tengan todos los resortes de poder, la historia demuestra que la seguirán utilizando en el sostenimiento de sus privilegios, a costa de la miseria y la explotación de las mayorías.

Cuenta un rumor echo teoría, que hubo un momento de nuestra ultima primavera sudaka en que, al sur del mundo y allá por el 2008, la coyuntura puso un camino de bifurcación obligatoria que intimo a elegir entre las estructuras que garantizan gobernabilidad, o las organizaciones populares que demandan no ya un lugar en la mesa, sino la mesa en sí. Las primeras, son garantes de orden y poder, imprescindibles en la gestión nacional, pero el costo que exigen por su bendición es la quietud, la no innovación y la complicidad, el reformismo insuficiente que no modifica los fondos de dominación y en ultima instancia, el sostenimiento de lo establecido. La segunda, son esas cajas de Pandora donde todo puede suceder, de lo mejor a lo peor, de lo fantástico a lo terrible y de la victoria al fracaso mas rotundo. La diferencia fundamental que las separa es el saber que la primera nunca, nunca pero nunca, nos dará una sociedad justa, y que lo que la segunda pueda darnos, es un misterio que solo habrá de descifrarse en la acción.

Notas Póstumas.
Las oportunidades son únicas e irrepetibles. Dicha máxima, fatalmente implacable, no significa ni que no vaya a haberlas en el futuro, ni garantiza que el futuro las traiga consigo. Atriles como los que han sabido construirse en Mar del Plata y tantos otros lugares de nuestra América durante los primeros pasos del Siglo, no pueden volver a desperdiciarse. ¿Que las dirigencias reales de dichos procesos nos han conducido, en la enorme mayoría de los casos, a una restauración en la creencia de que la democracia burguesa y de que la mera distribución de la riqueza en una lógica de sociedad de consumo podía satisfacer verdaderamente las necesidades del pueblo y enmanciparlo de las ligaduras que lo atan, puestas nuevamente y con fuerza en discusión mientras el mismo siglo nacía? Pareciera una dolorosa y terrible verdad. Pero como esta no tiene remedio, y lo mas parecido al remedio solo puede darse en el hacer del porvenir, es menester mirarse el ombligo. No hay perspectiva alentadora posible, si lo que ideológicamente hablando denominamos la izquierda no hacemos una retrospectiva y se da a un profundo análisis critico de la forma de disputa de poder y acciones tácticas y estratégicas de estos años. El enorme retroceso del campo popular latinoamericano, no puede explicarse sin una abrumadora responsabilidad, por acción y omisión, de las izquierdas. Luego de un proceso de mas de una década de participación política en el Estado, en menor o mayor medida, la avanzada de la derecha regional encontró (salvo honradísimas y escasas excepciones) movimientos y organizaciones desmovilizadas, diezmadas en su construcción de cuadros, vacías de contenido (y sobre todo) congruencia política. Las mezquindades de la disputa por el propio quintal, la primacía de proyectos individuales sobre la ausencia de proyecciones colectivas, la corrupción dada como ejemplo por las conducciones y replicada por los cuadros medios, y la obediencia partidaria por sobre traiciones que llevaban al abandono de premisas y banderas históricas, son responsables directas del escenario que hoy nos atraviesa.

Sabemos que es un error garrafal pretender la solución de nuestros males de la mano de sus causantes. Creemos que desconocer el voto popular (con todas los impedimentos que la democracia burguesa tiene en su perpetuo intento de mantener la cancha inclinada) es pifiarle mortalmente a las opciones de construcción de poder popular.
Debemos primero sacar la cabeza debajo del agua, y ya con aire en los pulmones, brazos libres para remar y estando arriba del bote, batir a duelo nuestras miserias individuales, ganarles desde que abrimos los ojos hasta que los cerramos, y re difinir el rumbo de la barcaza, aunque para ello tengamos que agarrar a remasos y privar de la posibilidad de dormir a quienes hace tanto pretenden impedirnos soñar.

Este asunto esta ahora y para siempre en nuestras manos, nen@.