Ni halcones ni palomas. Buitres

La bienvenida a un año electoral suele ser, en Argentina, una dantesca combinación de poner las barbas en remojo al tiempo que se sale con el cuchillo entre los dientes a resucitar la discusión política por el modelo que, en tiempos de gestión ordinaria, brilla por su oquedad.
Oxímoron dialéctico per se, esta contradicción se daría a razón de que se ponen las barbas en remojo cuando, hacia adentro, se morigera (usualmente demasiado) la autocrítica dura y filosa de la gestión oficialista nacional que hace mucho se desdibujó y borroneo sus contornos hasta puntos de difícil retorno. Cada vez es más difícil para cualquier persona de a pie poder distinguir entre los ajustes al bolsillo, la heladera y el futuro de un lado y otro de la grieta.

Y ahí, la militancia tiene la primer trampa de oso enroscada entre las piernas.
Si dice lo que piensa y siente, colabora en el resquebrajamiento de un gobierno que, aunque le es propio, hace agua por todos lados, no enamora absolutamente a nadie y, para colmo, nos regala un desfile de tiros en el pie producto de su internismo permanente y su incapacidad de renovarse.
A la vez, si no lo hace, se obliga a un ejercicio retórico e intelectual que, preso de la “responsabilidad de coyuntura”, le quita toda su magia al accionar militante.
Se trata de explicar, a como dé lugar, que esto es horrible pero lo que ofrece la vereda opuesta es apocalíptico.

Así de complicada es la cuestión.
Hemos llegado al punto tal donde el principal activo militante, es la convicción casi desesperada evitar que el país sea arrastrado a las recetas de la derecha más vernácula de los últimos 40 años.
El numero elegido no es casual.
El cumplimiento de 4 décadas de desarrollo democrático coincide, en una triste paradoja, con el punto más alto alcanzado por discursos, prácticas y propuestas de una derecha profundamente antidemocrática: negacionismo del plan terrorista sistemático ejercido por el Estado Argentino de manos de militares serviles al empresariado nacional y trasnacional apadrinado por la embajada norteamericana y Wall Street.
Intentando disfrazarse de tigres, halcones y palomas, el deber del militante es ser contundente y repetirlo hasta que se entienda: son todos buitres.
Del Macrismo con todas sus figuritas intercambiables al Frankenstein del fascismo construido en torno de Milei, Espert y compañía, responden integralmente al mismo poder fáctico que se consolidaba entre el 55 y el 83: Allá la Embajada y Wall Street, JP Morgan y compañía.
Acá: Clarín, Ledesma, Vicentin, Loma Negra, La Nacion, Techint, Arcor, La Anónima y amigos. 

Las posiciones de la ultra derecha que roza, a razón de quien escribe, el ridículo, con Milei y Espert a la cabeza, representan un problema por partida doble:
Su desestimación por considerarlo ridículo y marginal, o hasta incluso dejarle aire y espacio a razón de que su existencia quita votos al macrismo, encubre el peligro de permitir crecer y tomar impulso un monstruo que rompe todos los consensos democráticos construidos sobre la sangre y el sufrimiento de la mejor generación de argentinos y argentinas.
Su tolerancia, habilita correr la frontera de lo decible, volviendo moderados y dialoguistas a los autoritarios y virulentos, pintando de halcones y palomas a buitres carroñeros.
Milei y compañía, hacen ver a Bullrich como una señora respetable.   
Esa fiesta de disfraces, puede costarnos incalculablemente caro.

Aunque sus recetas económicas son entre idénticas y parecidas, y sus resultados son entre catastróficos y apocalípticos, la dificultad de poder confrontarlos con resultados económicos positivos sensibles al único órgano mandante del humor social, el bolsillo, es el peor de los tiros en el pie que puede darse un gobierno que pretendió tildarse de nacional y popular. Es imprescindible radicalizarse para diferenciarse.
Es imperioso pegar un volantaso de timón sin temor al que dirán.
Es urgente una confrontación frontal y sin cuartel contra los tres poderes que llevaron a nuestra nación al borde del caos: la mafia judicial, la corporación mediática, y el oligopolio económico.
Es irreparable la más injusta de las muertes. La muerte de una beba a metros del centro del centro del poder. Justo en el medio, entre la Casa Rosada y la Legislatura porteña.
Justo en el medio entre el poder de gestión central de brazos caídos merced de los 4 turros mencionados en un discurso con 2 años de antigüedad, y el gestor de la ciudad más rica del país con un PBI per cápita comparable a un país europeo occidental.


Es acuciante marcar un rumbo al porvenir que no obligue a militar frunciendo la nariz y apretando los dientes.
Ya pasó en el 2015 y el costo fue carísimo.
Se intentó en 2019 y el resultado fue frustrante.
Se acabó el tiempo de los gerentes y la ancha avenida del centro y coso.
Es la hora de los liderazgos.
Es por las buenas o es por la calle.
Y dejar de dejarse correr por las tapas de un diario de mierda y en decadencia y por las obscuras catacumbas de mármol de los tribunales y embajadas.
Es la hora de definir esa candidatura.


Créame, lo siento mucho, y si pudiera, no se lo pediría.
Pero usted, señora, no tiene derecho a dejarnos sin la posibilidad de esa pelea.
Si no, lo vamos a pagar caro.

Colectivo Editorial ZondeTrope

No era el 9 de Julio, era el 10.
No es Octubre, es Noviembre.

No era el 9 de Julio, era el 10. No es Octubre, es Noviembre.
Todo indicaría que la ancha avenida del medio se fue convirtiendo más en un boulevard cuya vereda mas bien angosta, entre baches, arbustos y monolitos-monolíticos deja poco o ningún margen para transitar.
Entonces, el fundamentalismo centrista, no garpa.

Resulta que después de una década larga que mezcló prometedoras cuotas de primavera latinoamericanista con capitalismo de amigos, los dueños del capital, de la sartén y del mango asaltaron el poder, vale decirlo, a caballo de una legítima elección popular basada en un escandaloso fraude de plataforma electoral, y en esa pasada por los dos lados del mostrador como nunca antes lo habían hecho, nos pegaron la abrochada del siglo.

Si, del siglo, porque nos endeudaron a cien años, por una torta de guita imposible de pagar, y en el camino causaron tanto daño a la estructura productiva de este país como pudieron, arrojaron a las fauces de la pobreza a una multitud de compatriotas y le echaron aceite a una maquinaria mediático-judicial cuya espada de Damocles afeita el cogote de cualquier proyecto ya ni siquiera dígase emancipador, sino meramente redistributivo.

Entonces en ese escenario, corre el reloj para la política.
Resulta que la gran esperanza frentista que, como el peronismo más pragmático sabe conformar, contiene tirios y troyanos, encontró un tope operativo en un poder económico hiper concentrado e indispuesto a ceder el mas mínimo ápice.
El discurso redistributivo se choco de frente con un paredón de especulación y oportunismo, y pareciera por momentos haber perdido los manuales para hacerle frente.

El crecimiento de la industria y la productividad que reflejan las estadísticas y las planillas de Excel no logra traducirse en un alza del consumo del vecino de a pie. Exportaciones récord y un nivel de ganancias del sector agroexportador como no se encuentra comparación siquiera en el boom de commodities de comienzo de siglo, lejos de significar una mejoría en la calidad de vida de quienes viven en tierras tan ricas, devino en una disparada de precios de los alimentos que no pueden explicarse en función de la guerra en ucrania, no al menos en un país productor de alimentos.

La corporatocracia de las relaciones carnales entre el poder judicial y el mediático llega al sumun de su capacidad destructiva  entre trabas a disposiciones gubernamentales para la aplicación de políticas públicas (recursos de amparo frente a la semi estatización de la hidro vía, la recuperación de Vicentín o la declaración de los servicios de comunicación audiovisuales y de conectividad como Bien Público) hasta el atropello mas descarado del estado de derecho (privación de libertad de militantes, causas armadas a funcionarios, carpetazos y allanamientos a organizaciones sociales) con un nivel de impunidad tenebroso.

En ese escenario, el centrismo no paga.
El dialogismo y coso no encuentran terminal política real, y son un intento de tapar el sol con la mano frente a las corridas cambiarias financieras devaluatorias, las operaciones mediáticas que en su distorsión de la realidad llegan al paroxismo de inventar una paralela, el oscurantismo judicial que cada vez menos tiene que ver con el concepto de justicia, el atentado contra la población que representa la especulación y remarcación de precios por parte del puñado de familias locales y fondos de inversión extranjeros que juegan a la ruleta rusa con la mesa de los y las argentinas.

Entonces, si la deuda esta echa para no ser pagada, sino para condicionar extorsivamente las posibilidades de desarrollo nacional. Si el crecimiento económico aumenta las cuentas bancarias de quienes asfixian la economía doméstica del pueblo laburante Si los operadores mediático-judiciales le han declarado la guerra a la política redistributiva. Si la derecha se envalentona y corre cada vez mas el marco de lo establecido dentro del paco democrático.
Si todo eso esta sucediendo como esta editorial con las vísceras en la mano está planteando, entonces el Frente de Todos no tiene más opción que asumir que está acorralado, y que su victoria en la arena política no puede mas que estar ligada con la victoria en la arena económica, y que la victoria económica no puede alcanzarse sin la radicalización política.
La correlación de fuerzas no se va a modificar con gradualidad y buenos modales.
No en este escenario.

206 años de la Declaración de la Independencia no bastaron, sea por la gloria, por el bronce, por la historia, por la dignidad de marchar hacia ella con la frente en alto, o por la simple razón de que no hay otra fuerza política o coalición que pueda hacerlo en la actualidad, el peronismo tiene el deber histórico de desperdiciar una nueva oportunidad histórica de avanzar sobre la segunda y definitiva independencia, la de toda potencia extranjera, pero también de los canallas y sinvergüenzas locales.
Como dijera Jauretche, si malo es el gringo que nos compra, peor es el criollo que nos vende.

Son muchos los cocineros que joden la sopa.

Colectivo Editorial ZondeTrope.

Sobre el Miedo, la Audacia y el Bruxismo.

Cada oportunidad histórica para los pueblos desperdiciada por su dirigencia es un crimen en sí misma.
Las oportunidades no abundan, difícilmente se repiten, y no aceptan justificaciones ni posibilismos.

La experiencia mas reciente de nuestra historia doméstica demuestra ya sin titubeos ni medias tintas que no hay tregua real ni posible entre el poder real concentrado y aquellos actores y actrices de la política que tengan intención y vocación de transformación.

Ninguno de los y las presas políticas del Kirchnerismo puede enmarcarse como cuadro revolucionario, ni muchísimo menos, y sin embargo, sufrieron una persecución judicial exenta de toda legitimidad del Estado de Derecho.  Circo mediático y prisiones preventivas donde no hacían falta más pruebas que las de haber estatizado las AFJP, intentado nacionalizar la casa encargada de la emisión de la moneda, organizar al pobrerío matancero o jujeño, tocar la caja de la patria contratista.

No son mártires, héroes ni nada que se le parezca. Representan un momento de la historia donde la mística de la épica política tenía calce y horizontes de posibilidad. Y eso el poder no lo perdona. 

Resultados similares por condiciones parecidas se repitieron en la última década en América Latina. Destitución de Lugo en Paraguay, Golpe de Estado en Bolivia, encarcelamiento a Lula, exilio de Correa, demuestran para cualquiera que tenga ojos en la cara que la otrora Doctrina de Seguridad Nacional de los EE.UU que financiaba dictaduras a lo largo y ancho del continente y formaba militares en la Escuela de las Américas, hoy se reconfigura en la formación de ejércitos de jueces, fiscales y periodistas que fungen como nueva maquinaria represiva de los procesos que osen pretender un mínimo margen de soberanía política, aún dentro de los marcos mismos del capitalismo.

La corporatocracia reinante no acepta siquiera tibios atisbos de sacada de pies de plato.
La brecha entre ricos y pobres, en términos tanto económicos como culturales, alcanza sus máximos picos desde la posguerra.
El cinturón se aprieta en 9 de cada diez personas y el nuevo paradigma tecnológico-laboral expulsa humanidades a la periferia del sistema, a punto de caerse del mapa.
El futuro pinta hostil para quienes asoman la nariz a la carrera de la vida.

No hay otra cosa que pueda pegar el volantaso que no sea la política.
Quienes creen que podrán volver a casa tranquilos y satisfechos, ignoran voluntariamente el descalabro a su alrededor. Olvidan que no habrá paz donde reine la injusticia y la miseria, incluso para quienes poseen cuentas bancarias que permitan holgura y comodidad.

No desperdicien, hombres y mujeres de la función pública, la actual oportunidad de transformar el porvenir.
Si no tienen vocación de servicio, audacia y coraje, despejen la cancha.
Cada oportunidad desperdiciada puede ser la última.
Apóyense en la histórica capacidad de movilización de la sociedad argentina.
Respáldense en el no tan escaso periodismo que se la juega todos los días en ese peligroso oficio de escribir que Rodolfo Walsh encumbro en lo mas alto de la militancia por un mundo distinto.     

No se confundan. La cárcel inmerecida para ustedes solo será producto de dejar pasar la oportunidad de dar vuelta la taba. No se les pide que se transformen en bronces, se les exige que no dejen de intentarlo.

El futuro llego hace rato, y esta en sus manos. Sino, el bruxismo popular puede transformarse en una impredecible caja de pandora, en la que ustedes también están adentro. Ojota.

Colectivo Editorial ZondeTrope.

Déjense de joder. Es un juego peligroso.

Para cualquiera que tenga ojos en la cara, las ultimas semanas han sido de una manera mas descarnada que la usual, una oda a la violencia.

Pero no a cualquier violencia.
Una oda a la violencia institucional, institucionalizada.

La línea argumental que unifica los discursos de entrar con una metralleta al conurbano (Arietto), cárcel o bala (Espert) y libre portación de armas (Milei) con las ultimas dos masacres consecutivas en EE.UU, es directa. Y se retroalimenta.
Pero aparte, no tienen en Argentina, absolutamente nada de nuevo.
La política de “un delincuente una bala” retrotrae al final de los paupérrimos 90.
El que quiera andar armado que ande armado fue latigillo de la Bullrich en el cercano 2018.

El problema radica en que, como siempre que la crisis económica entra por la puerta y la violencia y la aporofobia se cuelan por la ventana, la violencia, hija de la miseria, se hace presente. Entonces con un discurso de demagogia punitivista, el caldo de cultivo para la espiralada ascendente se hace palpable, espeso, y sobre todo, posible.

¿A que juegan quienes fogonean la política de tenencia de armas y justicia a los balazos? Juegan al caos.
Juegan a una sociedad destartalada donde la ultima frontera que mantiene la cada vez mas endeble paz social salte por los aires.
Porque en el momento en que el Estado de Derecho queda lo suficientemente deslegitimado como para justificar la utilización de armas por parte de la población civil, solo reinan las condiciones de quien tiene los fierros.
Y adivinen que, los que tienen los fierros, son los que tienen todo lo demás; de la lapicera que remarca los precios del pan a la computadora que digita las tasas de interés crediticio.
Los fierros en todos los sentidos. Los fierros para cosechar y exportar, los fierros para transmitir al aire las 24 horas del día los 365 días del año, los fierros para producir caño sin costura y plataformas de extracción de gas.

No es que a nadie se le ocurra poner en discusión las causales de la violencia.
Es que vociferar frases hechas frente a panelistas carentes de toda repregunta y alzarse miserable pero demagógico sobre el malestar de una sociedad a la que le se le roba su proyección de futuro, garpa mucho más.
Sobre todo, para los dueños de los fierros.

Y así es muy difícil dar la discusión de por qué en un país que produce y exporta trigo el abuelo de Villa Fiorito paga el kilo de pan como si estuviera en París.
O por que hace años que comer un pedazo de carne en el país de las vacas es cada vez menos cotidiano para 7 de cada 10 niños y niñas. 
O como puede ser que mientras emerge y se masifica el fenómeno de laburantes de jornada completa que son así y todo pobres, un puñado de menos de 100 empresarios multiplicaron su fortuna por 23 en 6 años.
O que 4 jueces que se votan entre ellos digitan el destino de 47 millones de personas
O que 5 empresas controlan el 90% de los medios de comunicación.
O que en un país con 5 mil kilómetros de costa marítima el pescado valga lo mismo que un ternero.

O que cualquier Pyme de cualquier rincón del país pague más impuestos, tenga menos crédito, y se le exijan más regulaciones que a Techint, Arcor, Coto, La Anónima, Loma Negra, Pampa Energía, Socma, Vicentin, Molinos, Papel Prensa, La Nacion, etc etc etc.  

Parece joda pero no lo es.
Es tan pero tan evidente que da vergüenza, propia, ajena y hasta fiada.

¿Cómo? ¿Cómo puede ser?
De los 11 principios de Joseph Goebbels, que se cumplen sin excepción, uno de los mas recordados es “miente miente que algo quedará”
Y eso, con la repetición de alta rotación con que nos saturan los dueños de las impresoras, las cámaras y los micrófonos, se convirtió en la cadena más pesada cobre el cuello.

“El país con más impuestos del mundo”.
“El pobre no quiere trabajar por que tiene un plan social”
“La cárcel y la justicia tienen puerta giratoria”
“La inflación la hacen imprimiendo billetes”
“La política solo sirve para cobijar corruptos”

Eso garpa, es indignante, se recuerda fácil, focaliza la bronca.

En este país nadie paga tan pocos impuestos como los dueños de las fortunas mas grandes, jueces incluidos, vaya sorpresa.
Todas las personas quieren laburar, lo que no quieren es un laburo de mierda donde te exploten por 25.000 pesos.
Imaginemos que tan malos trabajos tienen para ofrecer que es preferible cobrar un plan.

Si existe una puerta giratoria, que alguien explique porque en los pabellones se apilan un preso sobre otro y la mayoría no le vío la cara al abogado defensor en su vida, y no hay un solo juez destituido ni fugadores y estafadores al fisco conocidos tras las rejas.

Sobre la política monetaria de poner una moneda en el bolsillo de la gente, que pelufastanes y y corbatines que nunca tuvieron hambre llaman “maquinita”. Preguntémonos que tiene que ver un bono de 20.000 pesos con que Pagani el dueño de ARCOR aumente los precios del arroz y los fideos, por quinta vez en el año.

Se habla mucho de los políticos corruptos que, valga la pena decir, crecen como hongos después de la lluvia. ¿Ahora, alguien pregunta de donde vienen esos billetes? ¿Alguien sigue la ruta del dinero para ver quienes son los principales beneficiarios de esa corrupción?
No serán, los que fijan precios, evaden impuestos, fugan riquezas, y (no) dictan sentencia…

Hablábamos de la legitimidad de la violencia de lo que podríamos definir “los dueños”.
Los dueños de la moral y las buenas costumbres
Los dueños de los medios de producción
Los medios de la propiedad con mayúscula
Los dueños de la propiedad con minúscula, mas no sea una Kangoo utilitaria o una panadería.

¿O acaso alguien puede creer que el pedido de armas en la calle de los histriónicos de Milei, Espert o Arietto, es para que los Roca, los Pagani, los Macri o los Magnetto puedan andar armados?
Claro que no.
Es que para que el remisero, la panadera, hasta el delivery, ande calzado.
¿Por qué? Porque nada más efectivo para la implantación del terror consensuado que el pobrerío matándose entre sí y la luz verde para que las fuerzas de “seguridad” jueguen a la ruleta rusa con la vida de los pibes de las barriadas.

No solo nadie se pregunta con verdadera vocación de resolución por que la miseria y la marginalidad crece sin pausa y cada vez con más prisa.
Peor aún, nadie se pregunta quien carajo pone armas de fuego en manos de esa marginalidad.
Nadie dice, aunque todos los sabemos, que en la argentina no existe mercado negro de armas. Existe mercado azul. Porque las armas, en la argentina, las comercializa la policía.

Entonces.
Ni a Milei, ni a Espert, ni a Arietto, ni a Larreta, ni mucho menos a Canosa, Majul, Longobardi y compañía puede pedírsele que hagan algo distinto a lo que hacen.
Esa es su razón de ser. Su metié. Su, pongámosle, trabajo.
No puede pedírseles nada, y no puede hacerse otra cosa que combatirlos con todos los medios que tengamos a nuestro alcance.

El problema está en otro lado.
El problema está, en, pongámosle, este lado.
Dejen de boludear y de peinarse para la foto. Dejen de medirse vaya uno a saber qué.
Dejen de tratar entre algodones a los buitres que están cocinando a fuego lento nuestro porvenir.
Dejen de titubear cada vez que tienen que alzar la voz.
Dejen de pedir disculpas cada vez que lo hacen.
Dejen de boludear y pónganse el país al hombre por que esto se va a la mierda.

La derecha juega al mismo juego peligroso y siniestro de siempre, con el serio problema adicional de que esta vez tiene varias fichas acomodadas y el tablero le es favorable.


Es hasta en defensa propia.
Es estar a la altura del desafío histórico, cuy pérdida tendría consecuencias catastróficas.
Si no le dan a la juventud la expectativa de que puede haber un futuro que valga la pena ser vivido, nos van a regalar al primer histriónico que aparezca con campera de cuero a los gritos y financiado en dólares contantes y sonantes.

Este asunto esta ahora y para siempre en sus manos, ustedes que tienen las máximas atribuciones ejecutivas, la manija del Estado, las herramientas legítimamente constituidas para mejorarle la vida a la gente.
Dejen de boludear y gobiernen para quienes tienen que gobernar, que es el pueblo.
Si lo hacen, y lo convocan, el pueblo va a acompañar, va aguantar, va a empujar.

Y si no saben reconocer quienes son el pueblo y quienes no, entonces corransé y pasen la posta.

Colectivo Editorial ZondeTrope

FFEE de la CULTURA. Dictamen en Comisión. Gustavo López, FORJA – Enacom.

Recién salido del horno.
El proyecto de ley que impulsa la prorroga por 50 años de las Asignaciones Específicas para Industrias Culturales en Comisión de Presupuesto acaba de obtener el dictamen de Mayoría. El proyecto de ley que fue presentado por el Frente de Todxs, y que Gustavo Lopez, Presidente de FORJA y vicepresidente de ENACOM impulsó en reuniones con Sergio Massa a principios del mes pasado para garantizar su tratamiento en comisión y evitar perdida de estado parlamentario. El proyecto original fue presentado por los Diputados José Pablo CARRO, Walter CORREA, Mónica MACHA, German MARTINEZ y Maria Carolina MOISES, prevé la extensión hasta el 31 de diciembre de 2072.

SIN FONDOS ESPECIFICOS PARA EL FOMENTO Y EL DESARROLLO DE LA CULTURA POPULAR Y COMUNITARIA, NO HAY PROYECTO CULTURAL DEMOCRATICO Y SOBERANO.

El dictamen favorable fue suscripto por la totalidad de diputadas y diputados miembros presentes, y resultó acompañado por un amplio arco político: el Interbloque Federal, representado por Ignacio García Aresca, del bloque Córdoba Federal; el Interbloque Provincias Unidas, representado por Luis Di Giácomo del bloque Juntos Somos Rio Negro, y Diego Sartori del Frente de la Concordia Misionero; y el Interbloque Frente de Izquierda y de Trabajadores, diputadas Myriam Bregman y Romina Del Pla.
Sólo el Interbloque Juntos por el Cambio (integrado por diversos bloques) planteó un dictamen de minoría. Vaya sorpresa.
Recordamos. En 2017, el macrismo firmo, a los pies del Fondo Monetario Internacional, una clausula según la cual el 31 de Diciembre de 2022 se daba por finalizado el presupuesto destinado al cine, el teatro, la música, la radio, las bibliotecas, y demás actividades artísticas y culturales que escapan a las lógicas del mercado.

El proyecto que frena esta catástrofe y claudicación cultural soberana, esta ahora está en condiciones de ir al recinto para su votación en diputados.

Como verán, los seguimos de cerca.

Colectivo Editorial ZondeTrope

N.E.: Reproducimos comunicado completo de CEFIRO/ZDT respecto de los Fondos Especificos:

ZDT/CEFIROCOMUNICADOLA CULTURA ESTA EN PELIGRO.
El 31 de diciembre de 2022 es la fecha del acta de defunción de nuestra soberanía cultural.
Ese día se pone fin al financiamiento del cine, la radio, la música, el teatro, y la producción cultural independiente. Si. En diciembre de este año matan a la cultura independiente, con un acuerdo firmado a pedido de Washington. Cuando Macri firma el acuerdo inicial con el FMI en 2017, se compromete a dejar de financiar y hacer desaparecer los fondos que hacen posible dichas producciones. El INCA, el INT, el INAMU, la CONABIP, los FOMECA, todo entra en la volteada. Se acaba el cine independiente, el fomento a las radios comunitarias, el teatro independiente, las bibliotecas populares. Parece una broma apocalíptica de mal gusto, pero es la cruda realidad que supera la ficción. ¿Por qué tanto silencio alrededor?¿Cómo se nos escapó semejante elefante en la habitación?
Desde que la Argentina se llama como tal, y antes también, la construcción de una identidad cultural nacional y latinoamericana está en disputa permanente con los imperios de turno. La penetración cultural no es rosca de intelectuales trasnochados, es una realidad palpable que esconde un tipo de colonización garante de la explotación económica, del saqueo de recursos naturales y de la subordinación de los pueblos periféricos al gran patrón de estancia global, ante ayer español, luego inglés, hoy norteamericano.
Que se entienda. No hay proyecto de democracia posible ni viable sin el relato de los de abajo, sin la expresión cultural de quienes componen la mayoría popular, sin la contra parte que discuta el discurso dominante de quienes quieren convencernos de que beber glifosato es una gracia, que el pobre es pobre por qué quiere, que subir la edad de jubilación o bajar la edad de imputabilidad son medidas de progreso. La gravedad del asunto es mayúscula. No hay soberanía de ningún tipo sin soberanía Cultural. Tampoco la hay sin soberanía económica, energética, ecológica ni alimenticia. Pero, sin soberanía cultural, ¿Quiénes van a poner las demás en discusión? La cultura subterránea, lejos de las luces de la cultura dominante, es la garante de la memoria y la continuidad histórica de los pueblos. Su anulación no es casual ni caprichosa. Los tiempos por venir, cómo la Pandemia y la Guerra en el este de Europa lo demuestran, serán difíciles. El cuarto de siglo apura la puja entre potencias. El imperio norteamericano huele a animal herido y sus contrapartes euroasiaticas se afilan los dientes. En el medio, como todos los imperios declinantes de la historia, el gringo hará todo lo que tenga a su alcance para mantenerse a flote a costa de sus basayos periféricos. Y la Argentina no es premio menor o furgón de cola. La Argentina es, junto con Brasil, el territorio que puede darle oxígeno al Tío Sam para mantenerlo enchufado tal vez otra centuria. La historia de los últimos 500 años avala la teoría.
Que se entienda bien. Lo que sigue por delante es una pelea aún más descarnada que la actual por el derecho a una vida digna, a la autodeterminación, a la libertad. Y un pueblo colonizado culturalmente, está perdido antes de empezar. El 31 de diciembre de 2022 es la fecha del acta de defunción de nuestra soberanía cultural. A menos que logremos para la pelota y, si es necesario, tirar abajo la cancha para hacer una nueva.
Desde las estructuras que conformamos Cefiro, nos declaramos en estado de vigilia y emergencia permanente y nos ponemos a disposición para dar la pelea.
Es acá y es ahora.
No estamos dispuestxs solo a llorar sobre la lapida de la cultura que supimos construir.
ZondeTrope FM 99.7
Cefiro Galpon Cultural
Asociacion Mutual de DD.HH Cefiro
Cooperativa Audiovisual Cefiro Tropezon Ltda.

La Falopa Nuestra de Cada Día

23 muertos y 80 internados por consumo de cocaína adulterada.
“Esto con los milicos no pasaba”, podría decir, y seguramente diga, el vecino gorilón y derechista que tiene todo barrio que se precie de tal. Y tendría razón, aunque obviaría el echo de que, en lo concreto, nunca había pasado algo similar ni antes ni después en la historia.  
En los 60 y 70 la falopa no existía en las barriadas y su consumo era elitista y absolutamente recreativa. En eso estaba la milicada para poner orden y salvar a la Patria y coso. En los barrios se masticaba tango, chamammé, broncas por los derechos perdidos y por los candidatos proscriptos, se masticaba política. En el medio algunas humaredas con olor a democracia se evaporaban rápido, y entre dictablandas y dictaduras pasaron mas de 25 años.
                Cuando los salvadores del occidente cristiano soltaron la manija, las villas miseria se habían transformado en parte ineludible del paisaje urbano de todas las grandes ciudades del país. La apertura indiscriminada de importaciones y la timba financiera, alma madre de toda política neoliberal y aplicada con maestría por la embajada norteamericana en el cono sur a través de sus empleados locales de uniforme, produjo las condiciones objetivas para la reproducción de una pobreza estructural que al día de la fecha, asoma su cuarta generación.

La papa.
                La generación que camino la calle en los 80 quedo diezmada por las drogas inyectables, algo inimaginable poco más de una década atrás. Después del genocidio necesario para implantar un modelo económico colonialista, cualquier atisbo de rebelión fue canalizado a los chutasos.
La generación del 90 se arruinó con una fiesta de falopa muy buena y muy barata. La pizza con champagne de la privatización compulsiva de las industrias, recursos y servicios nacionales se hizo al ritmo de papeles de colores.
A la generación del 2.000 la limpiaron con pasta base. Los 40 años que le precedieron llevaron al pueblo al paroxismo de la miseria. Desocupación masiva ya con 2 o 3 generaciones a cuestas. Desnutrición infantil a nivel escalofriantes. Multimillonarios amurallados en barrios cerrados linderos a asentamientos insalubres. Pibes arruinados por el consumo dispuestos a cargarse a sus vecinos. Pibes que en cuestión de meses quedaban al borde de estar irrecuperables, o muertos.  
Las drogas, amigos míos, es una política de dominación por excelencia. Tiene la combinación perfecta. Negocio económico más rentable del planeta, criminalización de la pobreza, construcción de enemigo interno, exterminio de los últimos eslabones del consumo.   

Es la economía, tranza.
Algún tiempo después del comienzo de políticas gringas aplicadas a la argentina a finales de los 60 con Krieger Vasena, y algún tiempo antes de la tablita financiera de Martinez de Hoz a finales de los 70, una de las mayores operaciones militares imperialistas de la historia arrancaba con la “Guerra a las Drogas” que Richard Nixon anunciaba en 1971 y que cubrió cada rincón del planeta que la expansión norteamericana deseo.
La guerra norteamericana contra las drogas justificó invasiones militares a gran escala a países con gobiernos que tenían la loca idea de nacionalizar recursos, movió toneladas de dólares a troche y moche para financiar desde la contra nicaragüense a formar Al Qaeda para minar el avance soviético en medio oriente, y fronteras adentro logro reemplazar la segregación racial legal que EE.UU sostuvo hasta 1965, por una política punitivista que lleno las cárceles, casualmente, de latinos, afrodescendientes, izquierdistas y hippies que se oponían a la guerra de Vietnam.   
Sin duda, en las clases altas de cualquier país, central o periférico, hay problemas serios de consumo y sobredosis. Pero llamando las cosas por su nombre, los muertos, los presos, los arruinados para el resto del viaje, los pone el pobrerío en 9 de cada 10 casos.
Sea el Bronx, la Favela, la Villa, el Alto.
En los barrios populares se consumen porquerías que oscilan entre la falopa cortada y el veneno liso y llano.
La adicción acompaña el redituable negocio de la violencia y el delito del cual las fuerzas policiales y las cárceles son gerentes y reproductores.
Las clases altas consumen drogas sintéticas de alto valor económico.
Los narcotraficantes de saco y corbata que gerencian el sistema financiero que lo hace posible amasan millones y no son molestados, nunca, jamás.
De golpe se tira de la piola y los movimientos de guita y negocio se cruzan en las mismas cuentas, bolsas y acciones; especulación financiera de fondos de inversión, evasión impositiva de la soja y los granos, el desarrollo inmobiliario.
Del sur del Rio Bravo a la Patagonia se financian campañas políticas y se acomodan sobres en los poderes judicial, legislativo y ejecutivo.

Salud, Evaristo.
                Según el más Punk de los punkis, si él hubiera entendido que las drogas se las vendía el gobierno, no la hubiera tomado.
Los Narco-Estados latinoamericanos sirven para mantener una guerra civil de baja intensidad fronteras adentro, bases militares norteamericanas permanentes sobre territorios ricos en recursos o sus vecinos, y un flujo de miles de millones de dólares para financiar las operaciones ilegales de servicios de inteligencia y otras yerbas.  
En países como la Argentina la relación narco y Estado es ambigua y conflictiva y aún el primero no ah logrado hacerse con el segundo, no mas que como socio menor, las drogas de exterminio repartidas en las barriadas cumplen la función de que el pobrerío se fagocite a si mismo, producto de la miseria y violencia, caras ambas de la misma moneda, de esa hoguera a la que la falopa de descarte y resaca se vuelca como combustible, condicionando tambien cualquier transformación política real.  
El narcotráfico tiene tales niveles de convivencia y asociación con el poder judicial, político, y económico, que cuesta imaginar actuaciones reales que lo combatan de forma concreta que no estén dispuestas, realmente, a combatir el conjunto de los actores que lo hacen posible.

La papa, II.
                En la Argentina, la ultima dictadura llevo adelante el exterminio masivo de la ciudadanía y la participación política popular.
El lugar vacío que dejo la retirada de la política de las barriadas, fue ocupado por la mafia de narcotráfico con la convivencia policial y política.
Las organizaciones políticas territoriales encuentran en el narcotráfico una lucha que no tienen los recursos para afrontar.
Elnarcotráfico y sus implicancias sociales y económicas es imprescindible al capitalismo. Bancos, armas, control social.
El primer mundo consume y factura.
El resto, gatillamos y morimos.
Las penas son de nosotros, las bolsitas, son ajenas.
Son muchos los cocineros que joden la sopa.   

Colectivo Editorial ZondeTrope